domingo, 1 de marzo de 2015

-Hay que volar... -te digo-.
En una de esas mañanas grises dónde se intuye, otra vez, la macabra broma de la cotidianidad...

-Vas a volar... ¿conmigo? -Me dices-.
Mientras tus ojos grises, ya han adivinado que esta machacona rutina, sólo es esclavitud...

-Hay que volar... ¡Todo por los aires! -Te digo-.

En otro arrebato de ganas de acabar con todo...

---KOALA---


jueves, 5 de febrero de 2015

Tan lejos y tan cerca, así es como te sentí en ese instante en el que tú me mirabas desde la otra punta de la habitación, había demasiada gente entre nosotros, pero a pesar del muro que casi formaban, nuestros ojos se clavaban. Sabía claramente lo que me estabas diciendo y no hacía falta que tu boca emitiese ningún sonido a parte del aliento que suspirabas constantemente al respirar y que a mí tanto me gustaba escuchar cuando se aceleraba por mí.
De repente, solos tú y yo, nos quedamos en aquella habitación  que se me hacía grande, nos sobraba espacio. Te acercaste a mí y sin decir ningún tipo de palabra me besaste, llegó el momento que tanto esperabas, ambos callados y por fin juntos. Recuerdo cuando comenzaste a acariciarme la cara y  besarme tan suavemente el cuello, me encanta, poco a poco deslizabas la mano, bajando, despacio, pero deseoso de poder disfrutar aún más. Y con esas manos que casi rozan la perfección, lentamente, me levantabas la camiseta, hasta que llegaste a mis pechos, te paraste, me miraste, ambos sonreímos y continuaste hasta que aquella prenda que me tapaba desapareció de mí. Y otra vez repetiste el gesto de rozarme con tus dedos según bajabas la mano, con suavidad. Me abalancé sobre ti, excitada, necesitaba más de aquello tan bello que me estabas dando, nuestros labios se rozaron, baje hasta tu cuello, besarlo me resultaba apacible y tu respiración comenzó a alterarse como a mí tanto me gustaba. Una sonrisa floja que describía a la perfección lo que en ese momento sentíamos se deslizó en nuestros rostros. Íbamos a comerte el pecado más sucio y probablemente el más bonito.
Lujuriosos seguimos a lo nuestro, nada había alrededor, pero aquello parecía un mundo creado para nuestros deseos, que en ese momento era devorarnos entre nosotros.

--KatxoDeKostra--

miércoles, 28 de enero de 2015

Otra noche más

La rutina nuca se acaba, cada noche empieza de nuevo, el mismo juego de siempre, ese en el que casi siempre salimos perdedores contra nosotros mismos, y yo estoy harta de esta rutina que me hace pasar todas las noches de este verano, pero no es tan fácil poder librarme de ella, son tantas las cosas que me hacen reflexionar y que siempre a última hora del día te joden vivo.
Bueno antes de nada os voy a explicar toda esta rutina de la que hablo. Son recuerdos de viejas amistades que en su momento me hicieron feliz pero que al cabo del tiempo me desengañaron, son traiciones que me ha jugado la vida, heridas que aún tengo abiertas y que intento cerrar, soledad, mucha soledad, aun que dicen que mejor sola que mal acompañada, impotencia por no poder hacer nada contra toda esta mierda que me rodea.
Y de repente tengo que  parar de escribir, para secarme las lágrimas que mojan este papel que lleno de letras, palabras y oraciones que para algunos seguramente no tengan ningún tipo de sentido, pero que para mí son una vía de escape a todo aquello que poco a poco me va ahogando; ya que paro aprovecho para pensar, a ver si encuentro una solución a todo esto, porque ni si quiera sé como llamarlo, pero no para de venirme recuerdos buenos y malos, engaños que me han hecho aprender a través de  ilusiones y desilusiones, de días enteros de angustia, de pensar que no podía más pero aún así sacar fuerza, pero ahora no encuentro esa fuerza que por dentro me llenaba en estas malas rachas… y rompo otra vez a llorar.
Ya no lo aguanto más quiero salir de este bucle, me ahogo, pero todas las noche me voy a la cama entre mis lágrimas y me digo a mi misma se acabó; al día siguiente levanto con fuerza, con ánimos, con ganas de comerme el mundo, porque sé que si quiero puedo con lo que me echen encima, pero llega otra vez la noche, y veo que estoy sola, me vuelven a pasar por la cabeza todos esos recuerdos, todas esas heridas, aún mal curadas, me vuelvo a derrumbar y esa rutina se repite aún de nuevo…
--KatxoDeKostra--

viernes, 2 de enero de 2015

¿Comprendes ahora?

¿Comprendes ahora que le hemos prestado nuestro silencio
A un atardecer indigente porque me declararon inútil
Para defender su patria y morir por su bandera?

De algo me tiene que servir, 
El ser zurda de ambos ojos,
Miopes de todas las doctrinas,
Sorda absoluta para las verdades absolutas
y pies planos para desfilar tras un líder.

¿Comprendes ahora que viene la noche 
a devolvernos un silencio de segunda mano
Por qué cuando vuelvan los cuervos y las águilas imperiales
Con sus banderas pintadas en la frente,
Y brazos derechos en alto
Saludando al nuevo redentor,
Mi nombre estará escrito con letras rojas y mayúsculas
para ser carne de paredón o abono de cuneta?

---KOALA REVOLUCIONARI---